Sparrow, la respuesta de Google a ChatGPT
Si en 2022 los focos de atención eran el metaverso y las NFT, este año, al parecer, el generador de texto en lenguaje natural ChatGPT acaparará todas las miradas. Ante ese fenómeno, Google tiene una respuesta.
El chatbot diseñado por la filial de inteligencia artificial de Alphabet, DeepMind, podría ser una de las respuestas de Google a ChatGPT.
Este tipo de tecnología abierta a todo el público encanta con su potencial, pero también se señalan peligros, como el uso ilegítimo de la herramienta, y hay un poco de decepción cuando se ven sus limitaciones. No obstante, es probable que muy pronto profesionales y particulares utilicen herramientas basadas en la GPT-3, luego en la GPT-4 u otros modelos similares.
A pesar de sus limitaciones, es ahora un campo de juego formidable y los jugadores empiezan a ser numerosos: ChatGPT recibe aproximadamente 10 millones de consultas diarias.
La tecnología de OpenAI preocupa a Google
Es suficiente para preocupar a la cúpula de Google, que no ve con buenos ojos la repentina popularidad de esta tecnología. Podría reemplazar la función del buscador más utilizado alrededor del mundo.
ChatGPT podría hacer sombra a Google porque la herramienta puede conseguir parcialmente lo que ofrece un motor de búsqueda: acceso a información estructurada a partir de consultas formuladas por el internauta.
Según el New York Times, los temores son tales que Larry Page y Sergey Brin, los dos fundadores de Google, han vuelto a las instalaciones para ajustar la estrategia de inteligencia artificial de la empresa.
El artículo del New York Times afirma que este año Google tiene previsto presentar 20 productos basados en inteligencia artificial. Los conoceremos en el marco de la conferencia anual de Google, que tendrá lugar en mayo de 2023. Se habla de una herramienta de generación de imágenes, de proyectos en torno a la compra aumentada y de creación de videos.
Sparrow, el chatbot de DeepMind parecido a ChatGPT
Una de las respuestas de Google podría estar en el desarrollo de un chatbot, llamado Sparrow, que actualmente desarrolla DeepMind, la filial de inteligencia artificial de la empresa matriz de Google.
El pasado mes de septiembre, la empresa publicó su investigación sobre el proyecto Sparrow. Sin entrar en detalles técnicos, digamos que se trata de un chatbot que funciona un poco como ChatGPT, en el sentido de que la máquina aprende de las interacciones con los humanos para mejorar los resultados propuestos.
En una entrevista, el CEO y cofundador de DeepMind, Demis Hassabis, afirma que se espera que Sparrow llegue en beta privada en 2023. ¿Demasiado lenta la respuesta a ChatGPT?
Dadas las consecuencias que podrían tener las tecnologías basadas en la inteligencia artificial con una herramienta como ChatGPT o Sparrow, uno piensa en desinformación, censura, circulación de estereotipos o comentarios de odio. DeepMind se encuentra así en una situación delicada: la de acelerar su respuesta a ChatGPT a través de Sparrow, limitando al mismo tiempo los sesgos y riesgos asociados a la IA. Todo un reto que se está convirtiendo en una de las prioridades de Google.
Las diferencias entre Sparrow y ChatGPT
Sparrow debería diferenciarse de ChatGPT en varios aspectos. En la captura de pantalla que encabeza el artículo, extraída de documentos publicados por DeepMind, podemos ver la indicación de las fuentes utilizadas por la inteligencia artificial. Este es un punto clave al menos por dos razones: permite a los usuarios explorar más a fondo este contenido, comprobar la veracidad de la información y su correcta interpretación; y podría permitir a Google ofrecer una atribución justa a los autores del contenido.
Además, una de las limitaciones de la versión actual de ChatGPT es la antigüedad de sus datos, que finaliza en 2021. Google es una herramienta que rastrea e indexa contenidos. Por lo tanto, la velocidad de indexación de los datos podría ser una ventaja decisiva para Google.
Jean-Luc Lenoble
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